viernes, 30 de septiembre de 2011

You found me.


   Maldita la hora en que mi mirada se fijo en tu sonrisa, maldigo el día en que tus ojos se fijaron en mi cuerpo. Tú, y solo tú, has sabido encontrarme. Comprenderme. Y por eso, te odio, y no sabes cuánto. Intento desentenderme de ti, olvidarme, pero eres como una droga. Cada vez quiero más, y más de ti. Ansío oler tu piel y besar tu cuello, quiero oír un te quiero susurrado al oído. Pero quiero no quererlo, no quererte.
   No puedo, y poco a poco, voy sucumbiendo a ti. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario