A todos aquellos que no confiaron en mi, que creyeron en mi fracaso, que dijeron que caería bajo, que me llamaron ingenua. Gracias también a todos aquellos que aún no creen en mí, porque vosotros alimentáis mis ganas de comerme el mundo, de demostraros que puedo llegar más alto, de que no creo en el fracaso.
No sabéis lo agradable que es encontraros por la calle, sonreíros y levantar bien la cabeza, lo gracioso que es que os escondáis para que no os vea.
Sé que disfrutáis con cada uno de mis errores, pero ¿sabéis? Al contrario de vosotros he aprendido que cuando me caigo me puedo levantar, de hecho para i ya es una obligación.
A pesar de vuestras risas, burlas y comentarios, seguí, sigo y seguiré aquí, al pie del cañón.
Gracias, también, al Chojin por alentarme con sus adictivas letras.
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