martes, 6 de septiembre de 2011

Bicho raro.


   Y, acostumbrada a ser un bicho raro, ya no hay más ambición en mi que la de buscar sensaciones que se acerquen a lo que llaman felicidad. Pienso que no es tan malo ser diferente. Puede ser que ese sentimiento que experimento a veces, cuando miles de corrientes eléctricas recorren todo mi cuerpo, sea felicidad. ¿Y que es la felicidad al fin y al cabo? Nada más que esa obsesiva sensación que tienen los seres humanos cuando viven un momento y desean que dure para siempre. O quizás el término "felicidad" cambie según la persona.
   Sinceramente, ya no importa. Sé que soy un bicho raro, pero ¿que más dará si esa es mi felicidad?

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