miércoles, 23 de noviembre de 2011

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   Que asco, si es que ni siquiera me salen las palabras. Tantas cosas que decir ... nunca adecuadas. Que idiotez, todo. Todo lo que pasa, lo que ha pasado, y sobre todo lo que pasará. Encerrarme en ese estúpido rincón y llorar, llorar lágrimas de acero, que rompan el suelo y me dejen salir. Pegar a la pared no servirá de nada, ella no tiene la culpa, pero no sabes lo que calma. Es irónico, le pegas y eres el único que se hace daño. Frustración, odio, gritos en silencio. Los sientes, ¿verdad? Yo lo siento. Venga, ven aqui y ten el valor, plantame un beso, quizá así mis lágrimas dejen de ser de acero. 

   

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