He llegado a perder la cabeza, querer dejarlo todo, odiar a los que te odian y marcharme de este estúpido rincón de mi mente en el que solo se repite tu nombre. Te quiero, y no me hagas repetirlo, pero no dejes que nadie me calle. Que sí, que me muero por conocerte, que seas mi mejor amigo y me comprendas, que cuando me veas mal seas capaz de sacarme una sonrisa.
Hazme reír, acércate y acelera mi respiración, que tus labios se peguen a los míos.
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