lunes, 9 de abril de 2012

Una milésima y tres segundos.


   Y entonces es cuando sabes que no puedes caer más bajo. Entonces, es cuando sabes que no hay nada más negro. Sabes que todo significó nada, y eso es lo que significará. Sabes que no puedes competir contra eso, sabes que no puedes ganarle al tiempo, y tampoco a la tormenta. La lluvia mojará tu cara una y otra vez, y no podrás hacer absolutamente nada. 

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